Todavía recuerdo mi primera experiencia laboral allá por 1997. Era un joven recién graduado, ansioso por demostrar mi valía en una prestigiosa firma legal.
Un día, mi jefe me encomendó una tarea aparentemente sencilla: comprar una computadora nueva para la oficina. "Asegúrate de traer el comprobante correcto para la deducción fiscal", me dijo con tono serio. En ese momento, sentí cómo mi estómago se revolvía – ¿qué documento debía solicitar exactamente?
En aquella época, todo era diferente. Los documentos fiscales eran físicos, impresos en papel autocopiativo, y no existían las facturas electrónicas que conocemos hoy en 2024.
Me dirigí a una tienda de computadoras en la zona 9 de la ciudad, sintiéndome inseguro pero determinado a hacer las cosas bien.
El momento de la verdad
Cuando el vendedor terminó de mostrarme las opciones y seleccioné el equipo, llegó el momento crucial. "¿Qué tipo de documento necesita?", me preguntó.
"Necesito un documento para deducir impuestos", respondí nervioso.
"Necesita Factura", me dijo el vendedor con seguridad.
En ese momento se me iluminó la mente. ¡Esa era la respuesta que estaba buscando! Una factura autorizada por la SAT era exactamente lo que necesitaba para hacer deducible este gasto.
La lección aprendida
Después de un momento, solicité una factura autorizada por la SAT (Superintendencia de Administración Tributaria). Esta decisión se basaba en el inciso 4.a del Artículo 22, que establece claramente que se necesitan "Facturas o facturas de pequeño contribuyente autorizadas por la Administración Tributaria, en el caso de compras a contribuyentes."
El vendedor sonrió y procedió a emitir una factura con todos los requisitos: número de autorización de la SAT, NIT del vendedor, fecha, descripción detallada del equipo y el monto total.
Por qué era importante este documento
Esta experiencia me enseñó que para deducir gastos en Guatemala, no basta con tener cualquier papel que compruebe la compra. El documento debe cumplir con requisitos específicos:
Debe ser una factura autorizada por la SAT
Debe estar vigente al momento de la transacción
Debe contener todos los datos del comprador y vendedor
Debe describir claramente el bien o servicio adquirido
Debe ser el documento original (en aquella época no existían los documentos electrónicos)
El regreso triunfal
Cuando regresé a la oficina con la computadora y la factura en mano, mi jefe revisó el documento detenidamente. Con una sonrisa de aprobación, me dijo: "Excelente trabajo. Este documento nos permitirá deducir correctamente el gasto y reducir nuestra carga tributaria de manera legal."
Requisitos adicionales para la deducibilidad de gastos
Mi experiencia con la factura fue solo el primer paso en mi aprendizaje sobre la deducibilidad de gastos. Con el tiempo, aprendí que según el Decreto 10-2012, además de tener la factura correcta, existen otros requisitos fundamentales:
Utilidad y necesidad del gasto
El gasto debe ser útil y necesario para generar renta gravada
Debe ser indispensable para el negocio o para mantener su fuente productora
Si llevas contabilidad completa, debe estar debidamente registrado
Cumplimiento con retenciones
Cuando aplique, debes haber cumplido con la obligación de retener y pagar los impuestos correspondientes
Es tu responsabilidad como contribuyente verificar que estas retenciones se realicen correctamente
En caso de sueldos y salarios
Los empleados deben aparecer en la planilla del IGSS
Se debe contar con la documentación de respaldo como:
Planillas presentadas al IGSS
Recibos extendidos por el IGSS
Libros de salarios
Planillas correspondientes
Documentación específica según el tipo de gasto Además de las facturas tradicionales, otros documentos válidos incluyen:
Facturas o documentos emitidos en el exterior
Testimonios de escrituras públicas
Recibos de caja de entidades bancarias
Declaraciones aduaneras para importaciones
Facturas especiales autorizadas por la SAT
Esta experiencia me enseñó que en materia fiscal, los detalles son cruciales. No solo se trata de tener una factura, sino de cumplir con todo un conjunto de requisitos que aseguran la correcta deducibilidad de los gastos.
Reflexiones actuales
Hoy, más de 25 años después, las cosas han cambiado significativamente. Las facturas electrónicas han reemplazado a aquellos documentos en papel, pero los principios básicos siguen siendo los mismos. Para deducir impuestos en Guatemala, necesitas documentos autorizados por la SAT que respalden tus gastos.
Esta experiencia marcó el inicio de mi carrera como asesor fiscal y me enseñó una valiosa lección: en temas fiscales, la documentación correcta es tan importante como la transacción misma. Cada vez que asesoro a un nuevo cliente, recuerdo aquel día de 1997 y la importancia de solicitar el documento correcto desde el principio.
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